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Los poco más de 38 grados de sensación térmica que golpearon este viernes la arena de la bahía El Brete no fueron impedimento para que se ponga en marcha la tercera edición de la Copa Argentina Universitaria de beach vóley, que otorgará al menos dos plazas para el Mundial de la especialidad, el año próximo en Málaga.
Un total de 28 competidores de distintas partes del país, 12 de los cuales son misioneros, pusieron primera alrededor de las 16 de ayer, tanto en la rama femenina como en la masculina.
El objetivo del torneo es conformar un ranking especial del que saldrán las duplas masculina y femenina que representarán al voleibol universitario argentino en España. No obstante, en el certamen se confirmó que existen chances de que sean dos cupos por rama para el país.
“Jugamos hace varios años junto a Ale Cardozo, así que todo saldrá en la cancha. El del beach es un ambiente muy chico, nos conocemos entre todos, debilidades y virtudes”, le dijo a EL DEPOR uno de los misioneros en competencia, Matías Miranda (24), oriundo de Candelaria y quien juega con el posadeño Ale Cardozo.
Justamente la hermana de Mati, Camila (21), será otra de las locales, en dupla con la también misionera Micaela Ríos. “Es la primera vez que jugamos juntas. Vamos a dejar todo. Jugar el Mundial sería un sueño”, agregó Camila, quien es la última campeona del circuito misionero de beach. Pero ojo: en su grupo, el A, las misioneras enfrentarán a las hermanas Brenda y Milena Churín, de La Plata, con presente en la Selección Argentina.
“Mientras más jugás al vóley de playa, más cuenta te das de que es un deporte diferente al de salón. Se usan técnicas y tácticas diferentes, en condiciones climáticas distintas y con otro esfuerzo. Esta es la primera vez que voy a jugar en Misiones y la verdad que se siente el calor y la humedad”, dijo Brenda, referente del beach en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018.
Las Churín son candidatas al título, así como la cordobesa Delfina Villar (19), con pasado en la Selección Argentina. “El beach es otro ambiente, es como una familia. Terminás de jugar y después te vas a tomar unos mates con el rival, hay música, otra onda. Claro que en lo deportivo, el objetivo es ganar y llegar a Málaga. Pero se disfruta, con el calor de Misiones y todo, pero se disfuta”, se río Delfina, quien aseguró que, para aclimatarse, en las últimas semanas entrenó junto a su pareja al mediodía.
El calor pega fuerte en El Brete, pero no lo suficiente: la pasión del beach se vive desde ayer.